¿Dónde está Dubái? En los Emiratos Árabes, a unos 200 kilómetros de la capital, Abu Dhabi. Posiblemente no sabréis ubicarlo en un mapa, más allá de saber que es una ciudad del Golfo Pérsico. Es decir, de uno de los territorios donde la extracción de petróleo ha hecho que tierras desérticas y gentes ganaderas y pescadoras de pronto estén entre las mayores fortunas del mundo. Y que están tan orgullosas de su poderío económico que desean que todo el mundo, con dinero, vaya a conocer su país.
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DUBÁI O EL EMIRATO DE LA OSTENTACIÓN
EL DUBÁI EMERGENTE
¿Por qué tendrías que visitar Dubái? ¿Y por qué no? Se trata de un lugar en el que los petrodólares han obrado el milagro de convertir un pedazo de desierto en una de las grandes atracciones turísticas del mundo. O eso pretenden sus dirigentes, que ya han conseguido que tan solo el 20 % de la riqueza se base en el petróleo, el resto es todo fruto del comercio y el turismo.
En unas décadas, la antigua ciudad de pescadores y recolectores de perlas, se ha transformado en una urbe del siglo XXI, con atracciones tan descomunales como el edificio de Burj Khalifa que se eleva hasta los 828 metros de altura. Su cúspide posee un mirador para otear desde los cielos todo el desarrollo urbano de Dubái y esta es una de las sensaciones más impactantes de tu visita a la ciudad. Comprobar como de pronto las arenas del desierto circundante se transforman en carreteras, complejos residenciales y rascacielos de apariencia futurista.
El Palmera Jameirah
Una de las actividades más habituales de la ostentosa oferta turística de Dubái es dar una vuelta en helicóptero. Es el mejor modo de observar la Palmera Jameirah, un gigantesco complejo turístico formado por islas artificiales que se unen formando la figura de la típica planta de los oasis. Un canto a sus orígenes, pero sobre todo a lo excesivo. Una colosal ostentación como pocas se pueden ver en el mundo. Al igual que ocurre con otra de las imágenes emblemáticas de Dubái, el hotel de siete estrellas Burj Al Arab, único por su categoría y en el que solo te vas a alojar si eres un verdadero potentado.
TURISMO DE LUJO
En realidad, lo cierto es que sólo vas a viajar hasta aquí si te sobra el dinero. Aquí todo es lujo, esnobismo y compras. Sobre todo compras. Te puedes acercar al zoco más antiguo de la ciudad, el zoco de las especias. Pero es más habitual que los turistas paseen por el zoco del oro. Con ese nombre está dicho todo. O quizás optes por ir a los faraónicos centros comerciales de Dubái, entre los que está el Dubái Mall, el más grande del mundo. Son el gran reclamo de la ciudad, de hecho existen tours guiados en muchos idiomas para ir de compras.
En definitiva, Dubái solo es apto para bolsillos desahogados. Si es tu caso, merece la pena descubrir esta ciudad de contrastes. Puede ser el destino de tus vacaciones o una escala de días durante un viaje a Asia. No olvides que una de las compañías aéreas más glamurosas tiene aquí su origen y su sede: Emirates Airlines, cuyos aviones son embajadores por todo el mundo del lujo pérsico.
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