Si te apetece viajar a la capital de Suecia, todo lo que hayas oído sobre que es un destino caro, es absolutamente verdad. El nivel de vida en Estocolmo es alto, o altísimo. Por eso si vas justo de dinero, mira y remira las ofertas, para no hacer corto. Por ejemplo, en cuanto al vuelo, puedes ir en compañías tradicionales hasta el aeropuerto de Arlanda, a 41 km de Estocolmo que te supondrán 30 euros más en el tren hasta la ciudad. O puedes optar por una low cost y aterrizar en Skavsta, a más de 100 kilómetros de la capital, ahorrarás dinero pero tendrás que invertir una hora y media de autobús en el desplazamiento a la capital.

ESTOCOLMO, ISLAS, LITERATURA Y MÚSICA

ALOJAMIENTO EN EL CENTRO DE ESTOCOLMO

Lo mejor es que busques tu hotel o albergue en el centro de la ciudad, así te quedarán todas las atracciones a un paso, y prácticamente no tendrás que tomar transportes públicos. Eso sí, aunque no te haga falta, entra al metro, cuyas estaciones están decoradas por obras artísticas, a las que incluso se hacen visitas guiadas.

De nuevo en la superficie es obligado pasear por el barrio antiguo Gamla Stan, un laberinto de calles empedradas de lo más pintoresco. Y como contraste acércate hasta la zona moderna y más glamurosa, el barrio de Östermalm. Si te quedaba alguna duda sobre los intratables precios suecos, aquí desaparecerán.

LAS ISLAS DE ESTOCOLMO

La ciudad está asentada sobre islas bañadas por el Báltico. Muchas de ellas, y también de los alrededores de la capital, merecen una visita. No obstante, si vas justo de tiempo, hay una a la que es casi obligado acercarse en tranvía o en barco. Se trata de la isla de Djurgarden. Allí está el museo Vasa con un impresionante barco del siglo XVIII o el museo al aire libre de Skansen, el mejor lugar para empaparte de la historia y las tradiciones suecas. Al igual que es una tradición, más si vas con niños, visitar el parque de atracciones de Grona Lund, situado en esta isla desde 1883.

TURISMO DEL SIGLO XXI EN ESTOCOLMO

Hasta aquí las visitas tradicionales en Estocolmo, pero somos viajeros de nuestro tiempo y aparecen nuevos referentes que se convierten motivos de turismo. Estocolmo no iba a ser menos y ha creado dos infraestructuras que ya se han convertido en los principales reclamos de la ciudad.

Museo de Abba

En la misma isla de Djurgarden abrió recientemente este museo a mayor gloria del grupo musical más famoso de todos los tiempos en Suecia. En su honor y para deleite de sus fans, que décadas después de su disolución siguen siendo legión, basta saber que Abba ha vendido casi 400 millones de discos en el mundo, y se siguen haciendo documentales, películas y musicales con sus canciones. Si vas, lógicamente acabarás diciendo: Mamma Mia.

Ruta Millenium

Y la segunda gran atracción de actualidad es seguir los pasos de los personajes de la exitosa trilogía de Stieg Larsson. Seguir los pasos de la atormentada hacker Salander y el

comprometido periodista Blomkvist sirve para patearse prácticamente toda la ciudad y de paso recordar en tu cabeza las aventuras de estos dos tipos que han fascinado a millones de lectores, sin que lo llegara a saber su malogrado autor.