¿Qué pasará durante tu viaje a Las Vegas? Allí se quedará. Ya sabes el dicho. Lo que es seguro es que habrá algo de desfase, o si no nos habrás estado en Sin City o la Ciudad del Pecado, como se la conoce. Igual hasta te casas, disfrazado de Elvis, de astronauta, acompañados por un coro de góspel o como más te apetezca. Allí todo es posible, eso sí, a golpe de billetera.

LAS VEGAS O SIN CITY

LOS CASINOS DE LAS VEGAS

Esa es la imagen más típica de la ciudad. Sus inmensos casinos, con miles de máquinas tragaperras de luces y sonidos de lo más tentador. Habrás de pasar por inmensos pasillos atestados de estas máquinas para llegar a las mesas donde apostar tus fichas al póker, el black jack, la ruleta o en juegos de azar de los que jamás has oído hablar. Hay cientos de locales de juego repartidos por la ciudad, pero sin duda los más espectaculares son los de los grandes hoteles.

LOS GRANDES HOTELES DE LAS VEGAS

Seguro que te suenan sus nombres: Bellagio, Mirage, Mandala Bay o Flamingo. También sabes que son hoteles y casinos. Pero lo que te sorprenderá es que cada uno en sí es un parque temático. De hecho, toda la ciudad es el mayor parque de atracciones para adultos del mundo. Por ejemplo, dentro de The Flamingo Hotel hay un mini zoo. O en el Mirage existe un acuario de delfines y el Jardín Secreto donde habitan tigres, leones, leopardos y panteras. O que en el acuario del Mandalay Bay se ve un barco real hundido rodeado por tiburones. Y que dentro del NY-NY Hotel está el Parque Stratosphere con gigantesca montaña rusa incluida. Para alucinar.

Quizás el más famoso sea el Bellagio, donde podrás caminar por sus salones, pero también navegar en góndolas que recorren sus canales interiores. Sin olvidar, las famosas fuentes de enfrente del hotel, que diariamente ofrecen un espectáculo de agua, luz y música. Sí el mismo que ven los simpáticos ladrones de Ocean’s Eleven.

THE STRIP

Esos son los grandes hoteles de Las Vegas, pero hay otros muchos, de precios más económicos. Y es que hay que dejarse fondos para tentar a la suerte en los casinos. En la principal avenida de la ciudad, The Strip, y en sus adyacentes, puedes encontrar alojamientos más económicos. También en esa calle puedes apreciar, de día y de noche, toda la extravagancia de esta ciudad surgida de la nada en mitad del desierto, con el único objetivo de convertirse en el paraíso de la diversión. Cada uno con su concepto de lo que es divertido. Entre lo que es confesable, habrá a quién les guste asistir a espectáculos. Los tienes desde circenses hasta conciertos continuos de grandes estrellas, pasando por shows erótico festivos. Ocio para todos los gustos, pero sobre todo juego. Si viajas a Las Vegas apuesta que algún dólar te dejarás jugando, si no lo haces en la ciudad, aprovecha el último momento de tu estancia. Hasta en el propio aeropuerto encontrarás un buen surtido de tragaperras para dejarte la calderilla.