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Marbella a descubrir
Es inevitable, la ciudad malagueña de Marbella la identificas con el lujo. Los visitantes de alto standing, sus fiestas y posados, la han hecho famosa en el mundo entero. Posiblemente los dígitos de tu cuenta corriente estén muy lejos de los de esos famosos, pero también puedes visitar Marbella y descubrir una urbe mediterránea, que sin duda posee un encanto peculiar.
Puerto banús
No obstante, es difícil no llevar en tu cabeza esa imagen del glamur. Si lo quieres conocer, aunque solo sea de refilón, tienes que acercarte hasta Puerto Banús. El lugar del famoseo por antonomasia con sus increíbles yates, las villas inmensas y las tiendas de lujo por cualquier esquina. Pero, ¿por qué Marbella y Puerto Banús son una meca para este grupo de privilegiados? Una de las razones es su apacible clima y otra es su paisaje costero, repleto de grandes playas de tranquilas aguas.
Las playas marbellís
A lo largo de menos 30 kilómetros se despliegan más de 20 playas, cada una con su personalidad. Desde las más exclusivas como Playa de Nueva Andalucía, Nikki Beach o Playa de Nagüeles, donde la sal del mar se combate a base de copas de champán, hasta otras más populares como Playa Hermosa, de Alicate o la Playa de la Fontanilla, casi en el centro de Marbella. En cualquiera de ellas disfrutarás de jornadas a base de baños de sol y de mar, siempre refrescados por paseos hasta cualquiera de sus muchos chiringuitos.
Comer y beber en Marbella
Además de esos establecimientos playeros, algunos muy alejados de la idea típica de chiringuito, también se puede degustar la gastronomía mediterránea en los abundantes bares y restaurantes de la ciudad. Unos platos protagonizados tanto por el marisco y el pescado, como por las ricas hortalizas de los campos de cultivo del entorno. Y desde luego, estás en Andalucía, así que lo mejor es dedicar algún día para ir de tapeo y beber alguna que otra copa de vino para acompañar unas buenas gambas a la plancha.
Paseando por la vieja marbella
Durante una caminata por el casco antiguo no te faltarán bares y tabernas para encontrar esas tapas. De este modo puedes alternar la visita a los atractivos históricos con ir picando algo. Si no conoces la ciudad, te sorprenderá el paseo histórico por sus callejas y por las murallas de su antigua fortaleza, todo ello de origen árabe.
Personajes ilustres del pasado
De hecho, Marbella estuvo bajo dominio musulmán hasta los tiempos de Fernando el Católico. Este monarca inspiró la construcción de uno de sus rincones más bellos: la Plaza de los Naranjos. En torno a los árboles que le dan nombre y una bella fuente dieciochesca se concentran los grandes edificios del patrimonio histórico marbellí. Su Ayuntamiento de fachada mudéjar, la Casa del Corregidor erigida en el siglo XVII, la Alhóndiga o la ermita de Santiago, el primer templo cristiano en la población.
Durante ese paseo por Marbella posiblemente tus ideas, y posibles prejuicios sobre la ciudad cambien, y compruebes que sin dejar de ser la capital de la jet-set, también es un destino amable y hospitalario con los visitantes de otros estatus sociales.
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