Miles y miles de pelis, canciones, libros, fotografías están dedicadas a Nueva York, se han inspirado en la Gran Manzana, o simplemente la describen y alaban. Es tan absurdo pretender hacer una guía de NY sin olvidarse algo como querer visitarla durante unas vacaciones y querer ver todo y comprender las mil caras de la ciudad que nunca duerme. Por eso, si haces un primer viaje a Nueva York, lo mejor es que no seas ambicioso y te conformes con visitar sus grandes emblemas, esos que has visto en la tele cientos de veces.
Contenidos
CINCO SÍMBOLOS DE NUEVA YORK
LA ESTATUA DE LA LIBERTAD
El gran símbolo de la ciudad, en realidad de todo Estados Unidos. Curiosamente esta estatua la regaló la República Francesa a Estados Unidos en 1886. De hecho, para el rostro de Lady Liberty, Fréderic Auguste Bartholdi, autor de la escultura, se inspiró en las facciones de su propia madre. Sobre esa cara está la corona y hasta ella podrás subir para contemplar el panorama neoyorkino. Por cierto para llegar hasta allí arriba habrás de recorrer toda la estructura metálica interna que creó el famoso Gustave Eiffel. En definitiva, hay que ir sí o sí. Para eso tendrás que tomar el ferry que lleva hasta Liberty Island.
EMPIRE STATE BUILDING
Un mirador diferente, ya no para contemplar el skyline de Nueva York, sino para integrarte en el corazón del maremágnum de rascacielos de Manhattan. Cuando subas hasta ese mirador, no extrañe si ves parejas declarándose amor eterno. Aunque no estén por ahí Meg Ryan y Tom Hanks como en Algo para recordar, seguro que descubres algún tipo de rodillas pidiéndole matrimonio a su chica. Todo un clásico en USA.
WALL STREET
También esta zona que ver ha salido en el cine, aunque su espíritu sea tan poco inspirador como ganar y ganar dinero. Es el distrito financiero más importante del mundo. Paseando por aquí verás un fondo de enormes edificios y gente de trajes caros e impolutos caminando a toda prisa sin despegar el móvil de la oreja. Merece la pena contemplar con la tranquilidad del turista el estresante ajetreo. ¿Y por qué Calle del Muro? Pues, porque precisamente aquí se levantó una pared para impedir que los indios nativos entraran hasta Manhattan.
PUENTE DE BROOKLYN
Este puente colgante salva las aguas del East River antes de que desemboque en el río Hudson y une Manhattan con Brooklyn. Porque Nueva York es más que la isla de la elegancia y el dinero, y hay otros distritos que también te sonarán como el propio Brooklyn, el Bronx, Queens y Staten Island.
Merece la pena caminar por las orillas del río e irte aproximando a este puente, e irlo fotografiando buscando encuadres que te recuerden a pelis famosas. Y ya si quieres sentirte como un verdadero neoyorkino, ponte ropa deportiva y atraviésalo por el carril central haciendo running. Aunque para tener otra experiencia propia de cine, compra un hot dog y toma el metro que atraviesa el cercano Puente de Williamsburg. Eso sí no te comas el pringoso bocadillo hasta que no contemples a los lejos el Puente de Brooklyn.
LA ZONA CERO
De nuevo en Manhattan, hay que hacer una visita a lo que hubo y ya no está. Se trata de ir la Zona Cero. A lo mejor, no nos acordamos que cenamos el pasado domingo pero cada uno de nosotros sabemos a la perfección donde estábamos el 11 de septiembre de 2001.
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