Al igual que los desniveles de San Francisco invitan a alquilarse un Mustang, ponerse una bomber y convertirse en el Steve McQueen de la película Bullit. Y es que mientras estés en San Francisco, todo el tiempo te va a parecer un viaje de cine.
Contenidos
San Francisco y el cine
Guau, San Francisco ¿Quién no tiene en la mente la imagen de viejos tranvías de madera ascendiendo por cuestas imposibles? ¿Quién no sabe que en la isla de Alcatraz estuvo uno de los presidios más infranqueables? ¿Quién no se ha imaginado atravesando el Golden Gate, pasando de la niebla en una orilla de la Bahía de San Francisco a sol radiante en la otra? Todas esas son tus visitas obligadas durante tu viaje a esta ciudad de California, a orillas del Pacífico. Todas estas y muchas otras que siempre tienen el aroma de cine míticas.
Chinatown
Por ejemplo, es imposible recorrer Chinatown en San Francisco y que no nos venga a la cabeza un joven Jack Nicholson, aunque en aquella ocasión se tratará del Chinatown de Los Ángeles. Este barrio chino no es el único oriental en la ciudad, también está Japantown. Y es que San Francisco es una mezcla histórica de culturas. Por un lado los españoles, basta ver el nombre del religioso que le da nombre. Por otro chinos y otros orientales que llegaron a aquí a la búsqueda de trabajo. Y por último, los pioneros y buscadores de oro que atravesaron el país para llegar hasta este lugar de prosperidad. Todo eso es historia, pero también presente, porque durante tu estancia en la ciudad verás gente de todo el mundo, establecida aquí como lugar de oportunidades.
En tranvía y en coche por San Francisco
Sería ilimitado citar las películas en las que aparece este mítico medio de transporte. Siempre subiendo y bajando cuestas, siempre lleno de gente, siempre con alguno que se sube corriendo sin pagar. Y así es en la realidad. Te subirás en el tranvía y esperarás que en cualquier momento alguien grite acción al empezar a bajar una cuesta y quién sabe lo que pasará después. Aunque para cuesta famosa la de Lombard Street. No es la más empinada y pero si la más curveada. Ni sueñes viajar a la velocidad que lo hizo Clint Eastwood transformado en Harry Callahan. Es imposible, porque ahora se baja en lenta procesión de vecinos y turistas. Al igual que los desniveles de San Francisco invitan a alquilarse un Mustang, ponerse una bomber y convertirse en el Steve McQueen de la película Bullit. Y es que mientras estés en San Francisco, todo el tiempo te va a parecer un viaje de cine. Por ejemplo, si vas hasta Alamo Square, verás las Painted Ladies, una hilera de elegantes casas victorianas pintadas de diferentes colores. Y te preguntarás ¿en qué serie he visto esto? Y hablando de series, ¿alguien recuerda Twin Peaks? Pues sí aquí hay una colina con ese nombre que proporciona unas maravillosas vistas de la ciudad. Pero no tiene nada que ver la morbosa trama que rodo David Lynch.
Haight-Ashbury
Además del cine, si vas a San Francisco es obligado mencionar los 60, la bohemia, las drogas y el ambiente de libertad del movimiento hippie. Huellas de aquellos las verás y olerás en el barrio de Haight-Ashbury. Si buscas ropa alternativa, artesanías, buenos conciertos, cafés míticos, las calles de este barrio multicolor son tu destino.
Leave a reply