Durante un viaje a Barcelona el paseo por las animadas Ramblas es inevitable, en realidad, prácticamente obligado. A lo largo de este recorrido se encuentran varios de los atractivos más famosos de la ciudad. Entre todos ellos hay uno que merece una atención especial y una visita, mucho más si se viaja acompañado de la pareja en plan escapada romántica. Se trata del Museu de l’Eròtica.
Durante un viaje a Barcelona el paseo por las animadas Ramblas es inevitable, en realidad, prácticamente obligado. A lo largo de este recorrido se encuentran varios de los atractivos más famosos de la ciudad. Entre todos ellos hay uno que merece una atención especial y una visita, mucho más si se viaja acompañado de la pareja en plan escapada romántica. Se trata del Museu de l’Eròtica.
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La colección de arte del Museo Erótico de Barcelona
La exposición de este museo abrió sus puertas en 1997 y desde entonces sus salas han ido incorporando cada vez atractivos y reclamos más sugerentes y sensuales. En realidad, se puede dar un paseo entre reproducciones de las obras más eróticas de la historia del arte, o conocer un poco de la historia del cine pornográfico. En total, un recorrido provocador y sensual por una colección que supera los 800 elementos expuestos.
El erotismo oriental en Barcelona
Entre los tópicos universales del erotismo se encuentra todo lo relacionado con la sexualidad en el Lejano Oriente. Por ello uno de los apartados más aclamados del Museu de l’Erótica de Barcelona es la zona dedicada al sorprendente y más que explicito arte erótico japonés. Así como también existe un espacio dedicado al libro del Kama Sutra hindú, todo un tratado sobre las posturas sexuales más placenteras y también las más acrobáticas, sin duda algunas dignas de record.
El Jardín Erótico del Museo
Y hablando de records, en este museo se pueden conocer algunos de los records mundiales e históricos relacionados con el sexo. No vamos a desvelar aquí ninguno, es mejor visitar el museo y sorprenderse ahí, en el ambiente propicio. De hecho, el museo posee un lugar con una atmósfera especial. Se trata del Jardín erótico. Un lugar cuya naturaleza, decoración y ambientación invita al hedonismo y al disfrute del placer. Sin duda, si se visita el Museu de l’Erótica en pareja, tras pasar un rato por sus salas y relajarse en el jardín, tras eso solo queda una cosa por hacer y es dirigirse a la habitación de hotel o al alojamiento contratado en la ciudad y disfrutar de lo aprendido y sentido en el museo.
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