El Teatro del Liceu se puede visitar obviamente si se acude a alguna de las representaciones de ópera que aquí tienen lugar, pero también se puede entrar cuando no hay actuaciones
Ver las actuaciones de los mimos callejeros, oler las flores de los quioscos, los culés beber agua en Canaletas, tararear canciones de Radio Futura o de Manu Chao, estos son algunos de los atractivos de pasear por Las Ramblas de Barcelona. Pero hay otro reclamo monumental y cultural, donde por cierto difícilmente actuaran los artistas citados, se trata del Gran Teatro del Liceu.
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Gran Teatro del Liceu
El Teatro del Liceu se puede visitar obviamente si se acude a alguna de las representaciones de ópera que aquí tienen lugar, pero también se puede entrar cuando no hay actuaciones, ya que existe la posibilidad de hacer visitas guiadas a este templo de las artes escénicas. Estas visitas muestran lo que hay en la actualidad, ya que el teatro sufrió un devastador incendio en 1994 que destruyó muchos de sus espacios históricos. No obstante, rápidamente se emprendió su recuperación y hoy sigue siendo uno de los escenarios más prestigiosos del panorama internacional en las giras operísticas.
La visita al Teatro del Liceu
De aquel incendio se salvaron espacios del teatro como el salón de los espejos, un lugar de encuentros entre acto y acto de las representaciones, donde prima el estilo artístico neopompeyano. Y también se salvó una zona mucho más exclusivo solo para los socios. Se trata de la lonja, donde se abre una balconada precisamente hacia La Rambla. El resto fue restaurado y se aprovechó para modernizar sus instalaciones, por lo que perdió encanto histórico pero ganó en funcionalidad.
Historias trágicas del Liceu
Los orígenes del teatro hay que buscarlos en 1844 cuando se decidió su construcción. No tardaría mucho en quemarse por primera vez, ya que en 1861 sufrió su primer incendio. Este fue el primer episodio lamentable, pero ha habido más. Por ejemplo, en 1893 un anarquista colocó aquí dos bombas que acabó con la vida de 20 espectadores a la representación.
El interior y el exterior del Liceu
Exteriormente el Gran Teatro del Liceu es bastante sobrio, y no tiene la monumentalidad de otros grandes teatros. Sin embargo, su interior es todo lo contrario. Todo es suntuosidad. Fantásticas lámparas, decoraciones doradas, tapices, estucos, y lujos por cualquier rincón. La visita guiada al interior cuenta todos los pormenores sobre esa ornamentación, así como da referencias sobre las actuaciones de los más grandes intérpretes de la historia que aquí han ofrecido sus espectáculos. Algo que sigue sucediendo en la actualidad, con una programación de representaciones de primer nivel mundial.
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